Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


martes, 31 de mayo de 2011

¡Hemos visto al Señor!


Por pablo Bernabé González.-

Ahora bien, la fe es la certeza
de lo que se espera,
la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1.-

Fe es creer. Creer es estar seguro de lo que se espera, es esa convicción mas allá de lo que se ve en determinado momento. Muchas personas tienen fe, pero no son bendecidas. ¿Por qué? Porque han depositado su fe en cosas vanas, en ilusiones.
Conozco personas que no tienen fe. Estas personas no creen en aquello que no puede explicarse desde la lógica y en aquello que escapa a sus sentidos.
Ciertamente, el hombre que no tiene fe no será bendito. No hay bendición para los incrédulos, pues su incredulidad los limita al “ver para creer”. El problema es serio, porque nadie ha visto jamás a Dios.

Nadie ha visto jamás a Dios;
el unigénito Dios, que está en el seno del Padre,
El le ha dado a conocer.
Juan 1:18.-

Si nadie ha visto a Dios, podríamos entonces concebir que hay personas que intentan acercarse a Dios y le buscan, que quieren saber si de verdad Dios existe, pero la verdad de su existencia, su eternidad y sus obras en la creación de todo lo que existe chocan con la fuerza de mil huracanes contra su lógica, al escapar Dios de sus sentidos. ¿Qué pasa entonces con las personas sin fe? ¿Pueden conocer a Dios? ¿Podrá el hombre sin fe conocer a Dios y hallar la bendición?

lunes, 30 de mayo de 2011

Morando a la sombra del Omnipotente...

Por pablo Bernabé González.-

El que habita al abrigo del Altísimo
morará a la sombra del Omnipotente.
Salmo 91:1.-

Ciertamente es imposible hallar un lugar de refugio, una fortaleza más segura e impenetrable que Dios mismo.
 
Habitar en la presencia de Dios es maravilloso. El hombre que se expone a la Presencia de Dios, y permanece rodeado de Su Gloria y Su Gran Poder tiene la mayor protección ante los ataques del enemigo. La clave de la protección de todo el Salmo 91 es ésta: habitar al abrigo del Altísimo, morar a la sombra del Omnipotente.
¿Cómo puede ser esto? ¿Morar a la sombra de Dios? ¿Es acaso posible? Estimado lector, el Apóstol Juan nos enseña que Dios es luz y que en Él no hay oscuridad. ¿Cómo puede la luz tener sombra? ¿Cómo hallar entonces ese refugio seguro?

Y este es el mensaje que hemos oído de El
y que os anunciamos: Dios es luz,
y en El no hay tiniebla alguna.
1 Juan 1:5.-

No tenemos manera de averiguar el nombre del autor o la fecha en que fue compuesto con exactitud el Salmo 91. Sin embargo, los expertos judíos consideran que cuando no se menciona el nombre del autor de un salmo, se puede atribuir la paternidad del mismo al último autor mencionado. Si fuera así, éste sería otro Salmo de Moisés, el hombre de Dios.

viernes, 27 de mayo de 2011

Las obras de Dios...

Por pablo Bernabé González.-

He entendido que todo lo que Dios hace, esto será perpetuo: sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es: y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Eclesiastés 3:14-15.-

¿Puede el hombre de estos tiempos modernos decir que más allá de toda la ciencia, la tecnología, la filosofía y las artes ha entendido lo que el predicador de los tiempos antiguos? Todo lo que Dios hace será perpetuo. Vemos que aun la ciencia avanza sobre los presupuestos de prueba y error, lo que hoy es una ley científica, no se sabe si mañana lo será. La tecnología avanza a pasos agigantados, y pronto se torna obsoleta ante los avances voraces de los que somos testigos. Esto es así porque el hombre siempre vera que es posible y querrá mejorar todo lo que hace. Siempre estará agregando o quitando algo, siembre estará buscando esa perfección que matice su avidez con el deseo de reconocimiento.

Sin embargo, todo esto es vanidad. No hay provecho en todo lo que el hombre haga si no comprende el misterio del predicador, que todo lo que Dios hace, sólo esto será perpetuo. Dios no obra como el hombre, Dios no necesita perfeccionar lo que hace ni tampoco puede, porque Dios todo lo ha hecho perfecto a su tiempo. Esto no es que Dios obra y el paso del tiempo tiene el rol fundamental de perfeccionar por si solo la obra de Dios, sino que Dios no obra fuera de tiempo, por eso Todo lo ha hecho perfecto, y a su tiempo.

Dios obra de tal manera para darse a conocer a los hombres, pues si no comprendiera yo que un Ser Supremo puede obrar y que todo lo que hace es perfecto, y que lo hace en el tiempo justo, ¿merecería ese Ser Supremo llamarse Dios? Ciertamente que no. Entonces, es a través de sus obras que Dios se da a conocer a los hombres. Sin embargo, para que los hombres teman delante de este Ser Supremo, que llamamos Dios, es necesario comprender el misterio de sus obras, completas y perpetuas.

Dios te ve.

Por Pablo Bernabé González
 
¿Acaso tienes tú ojos de carne,
o ves como el hombre ve?
Job 10:4.-

Dios te ve, pero no te ve como los hombres ven. Dios no hará la vista gorda a quienes practican el mal ni mirará de soslayo cuando un hombre justo es perseguido, oprimido y burlado a sus espaldas. Ciertamente quienes practican tales cosas podrán pensar y jactarse en ellas, pero en su necedad no verán que su maldad ha sido descubierta, pues ante los mismos ojos de Dios han osado hacer sus abominaciones.
A menudo habrá quienes justifiquen o defiendan tales comportamientos, pero Dios no ve como ellos. Mientras su mirada es de aprobación, el Juez de toda la tierra ya les ha condenado, pues les ha visto.

En todo lugar están los ojos del SEÑOR,
observando a los malos y a los buenos.
Proverbios 15:3.-

No hay sabiduría en decir que Dios observa a los hombres, hay sabiduría en conocer que Dios observa a los malos y a los buenos. Dios conoce a unos y a otros, por lo que el justo hallará la sabiduría como Salomón y su corazón permanecerá confiado en Dios al cuando le sea revelado que Dios no se fatiga ni se cansa, no se duerme ni adormecerá, sino que en todo lugar y a toda hora está velando por sus hijos.

Dios ama tanto a sus hijos que sus ojos recorren permanente y diligentemente la tierra, y se posan en el corazón de los hombres.

Tal vez te preguntas si es este el gran misterio, cuál es entonces la sabiduría que halló Salomón. Sabemos que Salomón conocía que Dios mira el corazón, pues su padre David había sido ungido por rey no por como los hombres lo vieron, ni siquiera el profeta Samuel, sino por cómo Dios conocía el corazón de David. Sin embargo, Salomón halla en esto sabiduría y lo declara entre sus proverbios.

jueves, 26 de mayo de 2011

Si haces bien, ¿No serás aceptado?

Por Pablo Bernabé Goonzález.-

Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.
Génesis 4:7

Las palabras de Dios a Caín aún hoy resuenan para la humanidad con la fuerza de mil huracanes. El hombre siempre tendrá dos caminos, el del bien y el del mal. Sin embargo, el hombre sólo hallará la aceptación de Dios por el camino del bien.
El pecado debe ser dominado, porque esta acechando, codiciando, buscando pasar una puerta. La Escritura nos dice que el pecado y que Dios mismo están a la puerta del corazón.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
Apocalipsis 3:20

Dios mismo está llamando a la puerta del corazón del ser humano, y declara que Él está deseando entrar, pero cada ser humano decide a que y a quien abre su corazón.

Darío Silva Silva ha dicho que “El corazón es el cuarto inviolable donde el hombre guarda a puerta cerrada lo que él es realmente, no lo que parece ser, no lo que los demás juzgan que es, ni lo que se esfuerza por mostrar que es sin serlo; sino él mismo, su persona, su código secreto, su yo soy yo, su propio ser, lo que nadie más es ni puede ser. Lo incopiable, lo irrepetible, lo original y único. Lo absoluto diferente. Lo inclonable. Tu yo, mi tú, el de él”.

Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.
Gálatas 6:8-10.-

No hay razón a la luz de las Escrituras para que el cristiano se canse o deje de hacer el bien. Donde sea que te encuentres, sea quien sea el que tienes en frente, sea amigo o enemigo, de clase social alta o baja, haz el bien y no te canses. Acaso estas palabras de ahora en más solo arrojen un rayo de luz a la conciencia sobre la tremenda responsabilidad que tiene el ser humano ante los ojos de Dios de hacer el bien. ¿O erraremos por ignorar también nosotros las Escrituras?

viernes, 20 de mayo de 2011

No Culpes a DIos!!!

Por Pablo Bernabé González.-

Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. Y el SEÑOR Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás? Y él respondió: Te oí en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieras? Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces el SEÑOR Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente me engañó, y yo comí.
Génesis 3:8-13.-

Quisiera enfatizar un aspecto sobre la base de este pasaje de las Escrituras, el cual tiene que ver con la irreverencia en la que solemos caer los hombreas a veces al dirigirnos al Creador. Me refiero a que a menudo todas estas irreverencias para con Dios surgen cuando las cosas no nos salen como queremos, haciendo de Dios nada más que el objeto de nuestro despecho.

Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. Hay personas que no saben cómo dirigirse a Dios, pues por sus decisiones y actos han ido apartándose día a día del Dios bondadoso y amoroso, alejándose de ese huerto fresco donde Dios se paseaba con ellos cada día. Que desesperante ha de ser la condición de quienes habiendo probado las misericordias y el amor de Dios, habiendo disfrutado de un paseo con Él en huerto al fresco del día, su condición presente es estar entre los árboles y escondidos de Su Presencia!!!

Y el SEÑOR Dios llamó al hombre. Si estas entre los árboles, jugando a las escondidas con Dios, siéntete descubierto. Dios te llama. Dios te llama de nuevo al huerto, a ese lugar de comunión diaria con Él, a cambiar tus actos, tus decisiones, tus patrones de conducta, tu escala de valores… Dios te llama a desandar ese camino que te ha distanciado de Él. Oh, si fuéramos sensibles a su voz e inclináramos nuestro ser humildemente ante la bondad del Creador, si nos expusiéramos a su amor diariamente… que benditos fueran todos los hombres!!!

jueves, 19 de mayo de 2011

Dios te hará reir...


Por Pablo Bernabé González

Abraham tenía cien años cuando le nació su hijo Isaac. Y dijo Sara: Dios me ha hecho reír; cualquiera que lo oiga se reirá conmigo. Y añadió: ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos? Pues bien, le he dado a luz un hijo en su vejez.
Génesis 21:5-7.-

Dios tiene el poder para romper las maldiciones. Dios quiere romper la esterilidad en nuestras vidas, que demos fruto en cada área de nuestra vida. Dios quiere bendecirnos, y debemos abrirnos conscientemente a los cambios y a lo nuevo y fresco de Dios.

Abraham tenía cien años cuando le nació su hijo Isaac.
El número 100 en la Biblia tiene varios significados. En este pasaje bíblico, su significado es positivo, pues refiere al “hombre en comunicación con Dios”.

El número 100 tiene tres dígitos. ¿Qué significado tiene en la escritura?
El “1” representa a Dios.
El “00” representa la Doble Porción del Poder de Dios.

Abraham no es un anciano de 100 años, Abraham es un hombre que por estar en comunión con Dios ha entrado ya en el cumplimiento de las promesas de Dios a su vida por la Doble Porción de Su Poder operando activamente en él y a su favor.

Esta doble Porción del Poder de Dios obró en Abraham y en Sara rompiendo la esterilidad y la tristeza, pues Dios les bendijo con Isaac, cuyo significado es Risa, Alegría.

Y Abraham le puso el nombre de Isaac al hijo que le nació, que le dio a luz Sara.
Génesis 21:3.-

miércoles, 18 de mayo de 2011

No te Canses!!!


Por Pablo Bernabé González

¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído?
El Dios eterno, el SEÑOR,
el creador de los confines de la tierra
no se fatiga ni se cansa.
Su entendimiento es inescrutable.
Isaías 40:28.-

Estamos llegando a mitad de año. Estamos ya a mitad de camino de lo que Dios ha establecido para nosotros para coronar este año. No te canses, no te fatigues, no te quedes a mitad de camino. Las pruebas, las dificultades pueden llegar a ser parte del camino, pero no pueden detenerte. No deben detenerte.

No mires lo que has logrado hasta ahora, no te conformes. No digas que es suficiente, no te limites ni limites a Dios. ¿A caso has hecho tú más que Dios? ¿Tus obras sobrepasan al Creador de los confines de la tierra? Ciertamente que no, y tampoco podrías. 

El creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Si Dios nos es ejemplo en todo, no debemos abandonar su obra ni su propósito para con nosotros cada día.

Dijo Jesús:
Yo te glorifiqué en la tierra,
habiendo terminado la obra
que me diste que hiciera.
Juan 17:4.-

Jesús mismo clama al Padre y le glorifica. ¿De qué manera? Terminando la obra que Dios le dio para que hiciera. Donde estás, termina SU obra. No tenemos derecho a abandonar esta obra ni al empezar, ni a la mitad, y mucho menos cuando estamos por terminar. Por la sencilla razón de que no es NUESTRA obra, sino SU obra en nosotros. Somos barro en las manos del alfarero. Así que no te canses.

martes, 17 de mayo de 2011

Consolad a mi Pueblo...

Por Pablo Bernabé González

Consolad, consolad a mi pueblo dice vuestro Dios.
Hablad al corazón de Jerusalén
y decidle a voces que su lucha ha terminado,
que su iniquidad ha sido quitada,
que ha recibido de la mano del SEÑOR
el doble por todos sus pecados.
Isaías 40:1-2.-

Creo que las dos cosas que más evidencian el Poder transformador de Dios operante en el corazón del hombre son el pecado y la tristeza, pues solo el Poder de Dios puede librar al ser humano de ambos. 

Sin embargo, la diferencia fundamental es que cuando el hombre abraza y alberga el pecado en su corazón busca llenar un vacío con un placer, un gozo que el pecado sólo puede dar por un instante. En cambio, cuando el hombre abraza la tristeza no hace más que albergar el dolor a cambio de nada. Es solo aferrarse a la amargura, a la aflicción y a la depresión, dejándose robar las bendiciones de Dios y viviendo la vida indiferente.

El pecado y la tristeza han sido cargas que todo hombre se ha visto obligado a cargar cuando se ha apartado de Dios y sólo por este hecho.

Ello significa dos cosas:
1.- Primero, que cuando Dios envió a su Hijo al mundo para librarlo del pecado, se manifestó en Amor.
2.- Segundo, que cuando Dios rompe el yugo del pecado, se manifiesta en Gozo.

Gálatas 5:22 dice que el Fruto del Espíritu es Amor y Gozo, primeramente. ¿Cómo, pues, es que hay entonces parte del pueblo de Dios sumido en el pecado y en la tristeza?  ¿Acaso la obra de Dios en Cristo Jesús no fue completa entonces? De ninguna manera. Jesús en la cruz dijo “CONSUMADO ES”. No dijo “Continuará”.

viernes, 13 de mayo de 2011

Amar a Dios con Todas tus fuerzas.


Si fueres flojo en el día de trabajo,
tu fuerza será reducida.
Proverbios 24:10.-

En mis primeros tiempos del colegio universitario, entré una tarde de viernes en el aula donde tendría una clase de historia unos minutos antes que comenzara, y me senté en mi pupitre. Solo había unos pocos alumnos más, además del profesor, el Dr. Kenyon, quien estaba sentado en su escritorio, al frente del aula. Parecía estar absorto en sus pensamientos, mientras tenía la mirada fija en el escritorio. El Dr. Kenyon era uno de mis profesores favoritos. Su talle delgado y su cabello blanco impresionaban. Era un instructor gentil y elocuente, sin rastro alguno de arrogancia. Tenía un rostro amable y una actitud humilde. De repente, se levantó y comenzó a caminar hacia mí por el pasillo. Cuando llegó donde yo estaba, puso un trozo de hoja de cuaderno en mi pupitre. Yo lo recogí y leí estas palabras escritas a mano: «¿Por qué Dios derrocha la energía en nosotros cuando somos jóvenes, y la sabiduría cuando somos viejos?».

Levanté la vista hacia el Dr. Kenyon, y me sorprendió su expresión de súplica y de búsqueda. Me di cuenta sobresaltado de que estaba esperando una respuesta acerca del significado de la vida ... ¡Y tenía la esperanza de que yo se la diera! Más tarde pensé en la forma en que habría podido responder a su pregunta. Habría podido decir: «Tenemos que clamar al Señor para pedirle salvación en nuestra juventud, y dedicarle nuestras fuerzas, de manera que cuando seamos más viejos y más sabios, les podamos enseñar a otros acerca de su amor y su verdad».

Habría debido tener una respuesta. Habría debido estar listo para explicar la esperanza que poseía, tal como dice 1 Pedro 3: 15. Sin embargo, no tuve la respuesta, y no estuve listo. En lugar de darle la respuesta, mascullé un comentario insignificante y fuera de lugar, mientras sentía que se me ruborizaba el rostro de vergüenza. El Dr. Kenyon esperó un tiempo que a mí me pareció de varios minutos, mientras sus ojos me imploraban que le diera una respuesta. Cuando se dio cuenta de que no tenía nada más que decirle, se dio vuelta lentamente y regresó a su escritorio.
Durante la conferencia de aquel día, mi corazón y mi mente funcionaban a toda prisa. Solo podía pensar en la oportunidad que había perdido. Me había honrado y abrumado a un tiempo el que me pidiera una respuesta así. Tomé la decisión de volver después de mis clases aquel día para hablar con él. Sin embargo, al final del día, me enredé en otros asuntos. Cuando por fin regresé al aula, ya se había ido. Sintiendo una súbita urgencia de hablar con él, decidí averiguar dónde vivía para visitarlo en su casa.
Mis intenciones eran buenas, pero otras actividades impidieron que lo hiciera durante el fin de semana. Me dije que no dejaría de hablar con él cuando llegara el lunes. Pero al entrar en el aula, había un grupo de estudiantes frente a su tablero de avisos. Una nota que había en el tablero decía que el Dr. Kenyon no iba a dar aquella clase. Nunca más daría su clase de historia... ¡porque había fallecido!

martes, 10 de mayo de 2011

Salmo 3: Oración Matutina de Confianza en Dios


Por Charles Haddon Spurgeon

Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.-
Un Salmo de David cuando huía de delante de Absalón su hijo. Podemos recordar la triste historia de la huida de David de su propio palacio, cuando en plena noche cruzó el vado del Cedrón y se escapó con unos pocos fieles servidores, para esconderse durante un tiempo de la furia de su hijo rebelde. Recordemos que David en esto era un tipo del Señor Jesucristo. El también huyó; El también pasó el vado del Cedrón cuando su propio pueblo se rebeló contra El, y con un grupito de seguidores se dirigió al jardín de Getsemaní. El también bebió las aguas del arroyo en su camino, y por tanto levantó su cabeza. Muchos estudiosos, titulan este Salmo «el Himno matutino». ¡Despertemos siempre con la santa confianza en nuestros corazones y un cántico en nuestros labios!

Este Salmo puede ser dividido en cuatro partes de dos versículos cada una:
1.- En los primeros dos versículos tenemos a David presentando una queja a Dios contra sus enemigos;
2.- Luego, declara su confianza en el Señor (v. 3 y 4),
3.- Canta su seguridad en el sueño (v. 5 y 6)
4.- Se siente corroborado para el conflicto futuro (v. 7 y 8). (C. H. S.).


Verso 1.

¡Oh SEÑOR, cómo se han multiplicado mis adversarios!
Muchos se levantan contra mí.

lunes, 9 de mayo de 2011

La Autosuficiencia de Dios

"El Padre tiene vida en sí mismo", dijo nuestro Señor, y es característico de su enseñanza que así, en una breve oración gramatical, presente una verdad tan elevada, que trasciende los niveles más altos que es capaz de alcanzar el pensamiento humano. Dios, dijo Él, es autosuficiente; es lo que es en sí mismo, éste es el significado de esas palabras.

Cuanto Dios sea, y todo lo que Dios es, lo es en sí mismo.

Toda la vida es en Dios y de Dios procede, ya se trate de la forma más simple de vida inconsciente, o de la vida inteligente y altamente autoconsciente de un serafín. Ninguna criatura tiene vida en sí misma; toda vida es un don de Dios.
En sentido contrario, la vida de Dios no es un don recibido de nadie. Si hubiera otro de quien Dios pudiera recibir el don de la vida, o en realidad, cualquier don, ese otro sería el verdadero Dios. Una manera elemental, pero correcta, de pensar en Dios, es como Aquél que lo contiene todo, que da todo cuanto es dado, pero que Él mismo no puede recibir nada que no haya dado primero.

Admitir la existencia de una necesidad en Dios es admitir que el Ser divino está incompleto. "Necesidad" es una palabra de criatura, y no se puede decir con respecto al Creador. Dios tiene una relación voluntaria con todo aquello que Él ha hecho, pero no tiene una relación necesaria con nada fuera de sí mismo. Su interés en sus criaturas surge de su soberana buena voluntad, no de ninguna necesidad que puedan cubrir esas criaturas, ni de ninguna perfección que ellas le puedan aportar a él, que es perfecto en sí mismo.

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