
Introducción.-
“Pensabas que de cierto sería yo como tú”. Salmos 50:21.
En una de sus cartas a Erasmo, Lutero decía: “Vuestro concepto de Dios es demasiado humano”.
El renombrado erudito probablemente se ofendió por tal reproche que procedía del hijo de un minero; sin embargo, lo tenía perfectamente merecido.
Nosotros también, en esta era degenerada, debemos cuidarnos de caer en la misma denuncia y en lugar de escudriñar las Escrituras por nosotros mismos, aceptar perezosamente las enseñanzas.
En la actualidad, y casi en todas partes, se sostienen...