
Kitto, en la Biblia pictórica, tiene la siguiente nota sobre 2º Samuel 22: «Esto es
igual que el Salmo
18».
La prueba de la grandeza
de este Salmo está en el hecho de que ha pasado la prueba de
toda clase de
traducciones e incluso versos, que han resultado divinos. Quizá la gran maravilla del mismo, aparte de la poesía del descenso, es la exquisita y sutil alteración del Yo y el
Tú. George Gilfillan,
en Los bardos de la Biblia
El que quiera
ser sabio, que lea los Proverbios; el que quiera ser santo, que lea los Salmos.
El santo
David,...