Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


martes, 4 de junio de 2013

Salmo 17: Una oración de David.-

David no habría sido un hombre según el propio corazón de Dios de no haber sido un hombre de oración. Era un maestro en el arte sagrado de la súplica. Recurrió a la oración en todo tiempo de necesidad, como el piloto se apresura al puerto bajo la presión de la tempestad. Tenemos aquí un cántico doliente. «Una apelación al cielo» por las persecuciones en la tierra. C. H. S.

Aunque los otros Salmos contienen varias oraciones mezcladas con otras cosas, ésta es una súplica en todo su curso. El Venerable Beda

Divisiones: No hay líneas de separación clara en sus partes; pero preferimos la división adoptada por este gran comentarista antiguo, David Dickson.

1.-   En los versículos 1-4 David anhela justicia en la pugna entre él y sus opresores.
2.-  En los versículos 5 y 6 requiere la gracia del Señor para poder obrar rectamente mientras dura su prueba.
3.-  Desde el versículo 7 al 12 busca protección de sus enemigos, a quienes describe gráficamente.
4.-  En los versículos 13 y 14 suplica que ellos queden decepcionados, terminando el conjunto en una confianza sosegada de que todo acabará bien al final. C. H. S.


Oye, oh SEÑOR, una causa justa;
atiende a mi clamor;
presta oído a mi oración,
que no es de labios engañosos.

Oye, oh Jehová, una causa justa. El que tiene la peor causa hace más ruido; por ello el alma oprimida teme que su voz sea ahogada, y por tanto suplica en este versículo que se le oiga no menos de tres veces. Es más de temer que nosotros no oigamos al Señor a que el Señor no nos oiga a nosotros. C. H. S.

Está atento a mi clamor. Un grito real, amargo, sincero, puede casi fundir una roca; no hay temor de que no sea atendido por nuestro Padre celestial. Si nuestra oración, como el grito del niño, es más natural que inteligente, y más sincera que elegante, no por ello será menos elocuente para Dios. Hay un gran poder en el grito del niño para prevalecer en el corazón del padre. C. H. S.


Escucha mi oración. La duplicación usada aquí no es ni superstición ni tautología, sino que es un golpe repetido del martillo que da en el mismo clavo, para afirmarlo de modo más efectivo, o el importuno aldabonazo del mendigo a la puerta, que no quiere que se le niegue la limosna. C. H. S.

Esta petición repetida tres veces indica un gran poder de sentimiento y muchas lágrimas; porque la astucia de los impíos, en verdad, aflige al hombre espiritual más que su poder y violencia, pues podemos darnos cuenta de la violencia y la fuerza aplicadas abiertamente, y cuando vemos el peligro, podemos resguardamos de alguna forma contra él. Martin Lutero

Hecha de labios sin engaño. El que quiere engañar y halagar es mejor que emplee su astucia con un necio como él mismo, porque el engañar al Dios omnipotente es tan imposible como recoger la luna en una red o entrampar al sol. El que quiera engañar a Dios se engaña a si mismo burdamente.
Nuestra sinceridad en la oración no tiene mérito en si, como no la tiene la sinceridad del mendigo en la calle; pero al mismo tiempo el Señor la considera, por medio de Jesús, y no rehusará prestar su oído a uno que suplica de modo sincero y ferviente. C. H. S.

Hay lo que podemos llamar «labios fingidos»; una contradicción entre el corazón y la lengua, un clamor en la voz y una mofa en el alma. Stephen Charnock

Se puede observar que el águila sube más arriba en el aire, no con la intención de volar al cielo, sino para conseguir mejor su presa; y así es que muchos se extienden en aparente devoción, elevando sus ojos al cielo; pero lo hacen sólo para realizar de modo más fácil, seguro y con aplauso sus designios malvados y perversos en la tierra; son Catones por fuera pero Nerones por dentro; escúchalos; nadie habla mejor; sondéalos y ponlos a prueba, ninguno es peor; tienen la oz de Jacob pero las manos de Esaú; profesan ser santos, pero en la práctica son satanases; pronuncian oraciones largas, pero lo que piden es breve; son como algunos productos del boticario, títulos excelentes, pero dentro veneno mortal; santidad falsa es su capa para toda clase de vilezas. Peter Bales en Spencer: Cosas nuevas y viejas


Que mi vindicación venga de tu presencia;
que tus ojos vean con rectitud.

De tu presencia proceda mi vindicación. Con Jesús como nuestra justicia completa y gloriosa no tenemos que temer aunque el día del juicio comience al instante y el infierno abra su boca a nuestros pies, sino que podemos probar con gozo la verdad en que confía el escritor del himno:

De pie me sostendré aquel gran día;
Pues ¿quién pondrá nada a mi cargo?
Por la sangre de Cristo he sido absuelto,
Del oprobio y maldición del pecado.
C. H. S.

Allí donde hay verdadera gracia, hay aborrecimiento de todo pecado. Stephen Charnock


Tú has probado mi corazón,
me has visitado de noche;
me has puesto a prueba y nada hallaste;
he resuelto que mi boca no peque.

Tú has probado mi corazón, me has inspeccionado de noche, me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste. Sin duda el Salmista quiere decir nada hipócrita o inicuo en el sentido en que sus calumniadores le acusaban; porque si el Señor pone a prueba al mejor de su pueblo en el crisol, la escoria haría su aparición terrible, y requeriría que la penitencia abriera sus compuertas. Los refinadores pronto descubren la presencia de otro metal, y cuando el Jefe de los refinadores, al final, nos diga que no ha hallado nada, será un momento glorioso verdaderamente. «Están sin falta alguna delante del trono de Dios.» Incluso aquí, vistos en la Cabeza del pacto por lo menos, el Señor no ve pecado en Jacob ni perversidad en Israel; incluso la mirada escrutadora del Omnisciente no puede ver falta donde el gran Sustituto lo cubre todo con su hermosura y perfección.

He resuelto que mi boca no ha de propasarse. El número de enfermedades de la lengua es tan numeroso como el resto de las del hombre puestas juntas, y son más inveteradas. Se necesita más que resolución para mantener a este ágil ofensor dentro de sus propios límites. El domar leones y el encantar serpientes no se pueden considerar tan difíciles, porque a la lengua nadie la puede domar. David deseaba, en todos sentidos, afinar sus labios a la música dulce y sencilla de la verdad. Sin embargo, David fue calumniado, como para mostrarnos que la inocencia más pura puede ser enlodada por la malicia. No hay sol sin sombra, ni fruto maduro al que no picoteen los pájaros. C. H. S.


En cuanto a las obras de los hombres,
por la palabra de tus labios yo me he guardado
de las sendas de los violentos.

En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos. He de adscribirlo a la buena Palabra de Dios; la consulto, y por medio de ella me mantengo aparte de los métodos turbios de otros que no hacen uso de la Palabra como defensa, los cuales son arrastrados por Satanás el destructor. ¿Podemos ir contra el pecado y contra Satán con un arma mejor que la que Cristo usó para vencer al tentador? Cristo podía, con
un rayo disparado desde su divinidad (si El hubiera querido hacerlo), dejarle postrado a sus pies, como hizo después con los que fueron a atacarle; pero prefirió poner a un lado la majestad de su divinidad y permitir a Satán que se le acercara, para poder confundirlo con la Palabra, y de este modo darle prueba de lo que es la espada de sus santos, que El había de dejarles para su defensa contra el mismo enemigo. William Gurnall

«Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes.» ¿Dónde se halla su fuerza? «Y la Palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno» (1ª Juan 2:14). Thomas Manton


Mis pasos se han mantenido firmes en tus senderos.
No han resbalado mis pies.

Platón dijo a uno de sus discípulos: «Cuando los hombres hablan mal de ti, vive de modo que nadie les crea».

Sustenta mis pasos. Como el cochero tira de la rienda de su caballo al ir cuesta abajo. Tenemos toda clase de pasos, rápido y lento, y el camino nunca sigue mucho tiempo igual, pero sosteniendo Dios nuestros pasos no puede haber fallo por causa del camino o de nuestro paso.

En tus caminos. No podemos guardarnos del mal sin seguir obrando el bien.

Para que mis pies no resbalen. Sí, el camino es bueno, pero nuestros pies son malos, y por tanto resbalan, incluso en la carretera real. Uno puede tropezar tanto sobre una ordenanza como sobre una tentación. C. H. S.

La oración de Beza, que debe ser nuestra, era: «Señor perfecciona lo que has empezado en mi, para que no sufra naufragio cuando ya estoy para llegar al puerto.» Thomas Watson


Yo te he invocado, oh Dios,
porque tú me responderás;
inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

Muestra maravillosamente tu misericordia,
tú que salvas a los que se refugian a tu diestra
huyendo de los que se levantan contra ellos.

Yo te he invocado, por cuanto tú me oyes, oh Dios. Dios no sólo oirá nuestro clamor, sino que también nos oirá antes que clamemos, y nos ayudará. T. Playfere

Te he invocado antes; por tanto, Señor, escúchame ahora. Los comerciantes están dispuestos a favorecer a los que han sido parroquianos suyos desde hace tiempo. Matthew Henry


Guárdame como a la niña de tus ojos;
escóndeme a la sombra de tus alas

Guárdame como a la niña de tus ojos. El sabio Creador ha colocado el ojo en una posición muy protegida; se halla rodeado por huesos salientes, como Jerusalén está rodeada de montañas. Además, su gran Autor lo ha rodeado de varias túnicas interiores, así como del seto de las cejas, el telón de los párpados, el vallado de las pestañas; y, además de esto, ha imbuido en cada hombre la idea de un valor tan alto para sus ojos, y una respuesta tan rápida ante la aprensión del peligro, que ningún miembro del cuerpo está mejor protegido que el órgano de la vista. C. H. S.

¿No te parece que es una obra de la Providencia el que, considerando la debilidad del ojo, El lo haya protegido con párpados como puertas, que siempre que hay ocasión para usarlos se abren y de nuevo se cierran durante el sueño? Y para que no sufran lesión por los vientos, ha puesto las pestañas como un cedazo, y sobre los ojos ha dispuesto las cejas como cubierta, para que el sudor de la cabeza no los alcance. Sócrates en Jenofonte.

De los impíos que me despojan,
de mis enemigos mortales que me rodean.

De la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida. Los enemigos del alma del creyente son enemigos mortales de modo claro, porque los que hacen guerra contra nuestra fe tienen por objetivo la misma vida de nuestra vida. Los pecados mortales son enemigos mortales, y ¿qué pecado hay que no lleve la muerte en sus entrañas?


Han cerrado su insensible corazón;
hablan arrogantemente con su boca.

Envueltos están con su grosura. La lascivia y la glotonería engendran grosura vana en el corazón, que cierra sus puertas contra toda emoción compasiva y todo juicio razonable. El viejo proverbio dice: «A vientres repletos, cráneos vacíos», y aún es más cierto que hacen, con frecuencia, corazones vacíos.

Con su boca hablan arrogantemente. El que se adora a sí mismo no dispondrá su corazón para adorar al Señor. Lleno de placer egoísta en su corazón, el infiel llena su boca de expresiones jactanciosas y arrogantes. La prosperidad y la vanidad con frecuencia se alojan juntas. ¡Ay del buey cebado cuando brama a su amo; su fin está muy cercano! C. H. S.


Ahora nos han cercado en nuestros pasos;
fijan sus ojos para echarnos por tierra,

como león que ansía despedazar,
como leoncillo que acecha en los escondrijos.

Han cercado ahora nuestros pasos; tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. Es una alusión, creo yo, a los cazadores, que hurgan el suelo para hallar las huellas de la liebre cuando los sabuesos no encuentran su rastro por el olfato. Joseph Caryl


Levántate, SEÑOR, sal a su encuentro, derríbalo;
con tu espada libra mi alma del impío,

Libra mi alma de los malos con tu espada. El diablo y sus secuaces pueden ser usados como instrumentos por Dios; por tanto, «los malos» son llamados su «espada». El diablo y todo su grupo son como necios para Dios; es más, su sabiduría es necedad. William Gurnall


De los hombres, con tu mano, oh SEÑOR,
de los hombres del mundo,
cuya porción está en esta vida,
y cuyo vientre llenas de tu tesoro;
se llenan de hijos,
y dejan lo que les sobra a sus pequeños.

De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida. Lutero siempre tenía miedo de obtener su porción aquí, y por ello, con frecuencia, repartía grandes cantidades de dinero que le habían ofrecido. No podemos tener la tierra y el cielo a la vez como nuestra porción; los sabios escogen lo que va a durar más. C. H. S.

Dios da a los malos su porción aquí para enseñarles lo poco de bueno que hay en todas estas cosas, y mostrar al mundo el escaso valor de todas las cosas que existen aquí en la tierra. Ciertamente, si fueran muy buenas no las tendrían. Se dice que no hay gran valor en la fuerza del cuerpo, porque un buey tiene más que tú; se dice que no hay gran valor en la agilidad del cuerpo, porque un perro tiene más que tú; se dice que no hay gran valor en vestidos lujosos, porque un pavo real los tiene mejores que tú; se dice que no hay gran valor en el oro y en la plata, porque los indios, que no conocen a Dios, tienen más que tú; y si estas cosas tuvieran gran valor en sí mismas, ciertamente Dios nunca las concedería a los malvados.

En cuanto a las cosas externas, el Señor no tiene inconveniente en que vayan a parar a manos no santas; pero cuando se trata de las misericordias escogidas en Cristo, hace una distinción. ¡Oh, esto es fruto precioso! Un herrero que trabaja sobre hierro, con sus golpes levanta infinidad de chispas, y no le preocupa; pero un orfebre que trabaja con oro, preserva cada partícula de polvo del mismo; un lapidario que trabaja con piedras preciosas, se asegura de que sean bien preservadas; un carpintero corta acá y allá, y tira los pedazos. Así que estas cosas, virutas y aserrín, es lo que Dios da como porción a los malos. Jeremiah Burroughs

La tierra y los productos de la misma, Dios los distribuye sin hacer acepción de personas, incluso a los que son sus hijos sólo por la creación, no por la adopción. Miles Smith

Hay aún otra cosa que se puede observar, mucho más monstruosa, en esta criatura el hombre: que aunque está dotado de razón y consejo, y sabe que esta vida es como una sombra, un sueño, un cuento, una vela de la noche, humo, tamo que el viento esparce, una burbuja de agua y cosas pasajeras, y que la vida venidera no tendrá fin, sin embargo centra su mente cuidadosamente en la vida presente, que hoy es y mañana no es; pero en la vida que es perdurable, ni tan sólo piensa. Si esto no es ser un monstruo, no sé a qué puede llamarse monstruoso. Thomas Tymme

Lo que los malos poseen en este mundo es todo lo que esperan; ¿por qué regatearles costales llenos o títulos rimbombantes? Esta es toda su porción; reciben ahora sus cosas buenas. En tanto que tú, oh cristiano, que no posees nada, eres el heredero del cielo, coheredero con Jesucristo, el cual es el heredero de todas las cosas, y tiene una cantidad infinita de riquezas atesoradas para ti; tan grande e infinita, que todas las estrellas del cielo son pocas para igualar su número; no tienes razón de quejarte de que te quedas corto; porque todo lo que tiene Dios es tuyo, sea prosperidad o adversidad, vida o muerte, todo es tuyo. Lo que Dios da es para tu bienestar, lo que te niega o te quita es para probarte; es con miras al aumento de estas gracias, que son mucho más valiosas que todos los goces temporales. Si al ver a los malvados e impíos flotando en la riqueza y el bienestar te sientes forzado a luchar contra los inconvenientes y las dificultades de tu escasez, has aprendido un santo desprecio y desdén al mundo, créeme, y Dios te ha dado más que si te hubiera dado el mismo mundo. Ezekiel Hopkins

Un amo o señor paga a su siervo su sueldo actual, en tanto que reduce la asignación a su hijo cuando es menor de edad, para que pueda aprender a depender de su padre para su herencia. Sin duda, dicen muchos, si Dios no me amara no me daría esta porción en el mundo. No te engañes en una cuestión de tanta importancia. Lo mismo puedes decir que Dios amaba a Judas porque llevaba la bolsa, o a Dives porque comía manjares delicados, y ahora está gimiendo en el infierno. John Frost

Y cuyo vientre está lleno de bienes que tú les reservas. Un hombre generoso no niega los huesos a sus perros; y nuestro Dios generoso da incluso a sus enemigos bastante con qué saciarse, si no fueran tan poco razonables que nunca están contentos. El oro y la plata que están encerrados en las entrañas oscuras de la tierra son concedidos a los malos generosamente, y por ello se regodean en toda clase de deleites carnales. C. H. S.

Los malos pueden tener la tierra y su plenitud, la tierra y todo lo que es terrenal; sus vientres son llenados por Dios mismo con bienes que Dios les reserva. Joseph CARRIL

Los corazones de los santos están sólo llenos de «maná escondido», pero los vientres de los malos con frecuencia están llenos de tesoro escondido; esto es, con las golosinas y grosuras que suelen estar escondidas y brotan de las entrañas de la tierra. Joseph CARRIL

Sacian a sus hijos. La significación es evidente, que tienen bastante para ellos y para sus hijos. Albert Barnes


En cuanto a mí, en justicia contemplaré tu rostro;
al despertar, me saciaré cuando contemple tu imagen.

En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; al despertar, me saciaré de tu semblante. Los hombres buenos tienen aquí abajo vistas de la gloria, para calmar su hambre sagrada, pero el pleno banquete les aguarda en los cielos. Frente a esta plenitud de deleite profundo, inefable, eterno, los goces de los mundanos son como la luciérnaga comparada con el sol, o un cubo de agua con el océano. C. H. S.

Ahora se mantiene el andamio entre los hombres mucho después que el fresco ha empezado a ser pintado; y veremos descubrimientos asombrosos cuando Dios quite este andamio y revele lo hecho. Tu retrato y el mío van siendo pintados, y Dios, con rasgos e influencias, está formándonos a su propio ideal. Una y otra vez lo que estás haciendo te forma a ti mismo; Dios está obrando para hacerte semejante a Él. Y la declaración maravillosa es que cuando estés delante de Dios y veas lo que se ha hecho por ti, quedarás «satisfecho». ¡Oh palabra que has venido vagando solitaria y sin alojamiento desde que empezó el mundo, y las estrellas de la mañana cantan juntas con gozo! ¿Ha habido una criatura humana que pueda hallarse en esta vieja tierra, vestida de carne, y decir: «Estoy satisfecha»? Henry Ward Beecher en Verdades regias

Incluso bajo el peso y combinación de tantos males y aflicciones, David se comporta como quien no ha perdido la esperanza ni se siente abandonado; sí, compara su situación con la de ellos y, en este estado abatido de su curso, les desafía en cuanto a felicidad. William Spurstow

Cuando un conquistador romano había ido a la guerra y ganado grandes victorias, regresaba a Roma con sus soldados y entraba privadamente en su casa, y se solazaba en ella hasta el próximo día, en que debía salir de la ciudad, para volver a entrar públicamente en triunfo. Ahora, los santos, diríamos, entran privadamente en el cielo sin sus cuerpos; pero en el último día, cuando sus cuerpos despierten, van a entrar en sus carros triunfales. Me parece estar viendo esta gran procesión, en que Jesucristo, delante, con muchas coronas en su cabeza, con su cuerpo glorioso, resplandeciente e inmortal, dirige la marcha. «Estaré satisfecho» en aquel glorioso día cuando todos los ángeles de Dios vendrán, a ver los triunfos de Jesús, y cuando su pueblo será victorioso con El. Sermones de Spurgeon

Cuando un hombre que tiene sed sea llevado a un océano de agua pura, y tenga bastante. Si hay bastante en Dios para satisfacer a los ángeles, entonces, sin duda, hay bastante para satisfacernos a nosotros. Hay goces renovados que brotan continuamente de su rostro; y son tan deseables ahora como dentro de millones de años para las almas glorificadas. Si hay tanto deleite en Dios cuando le vemos sólo por fe (1 Pedro 1:8), ¡cuál será el gozo de la visión cuando le veremos cara a cara! Si los santos hallan tanto deleite en Dios mientras están sufriendo, ¡oh, qué gozo y deleite no tendrán cuando estén coronados! ¿Quién puede comparar algo con la Divinidad? ¿Quién puede sopesar una pluma con una montaña de oro? Dios excede a todas las cosas de modo más infinito que el sol excede la luz de una vela. Thomas Watson

Dicen que los galos, cuando probaron por primera vez los vinos de Italia, se quedaron tan prendidos de su sabor y dulzura que, no contentándose con ir a buscarlos allí, decidieron conquistar la tierra que los producía. Así el alma sincera cree que no basta con recibir un poco ahora y luego otro poco de la gracia y consuelo del cielo, en un comercio a distancia con Dios en sus ordenanzas aquí abajo, sino que proyecta y medita una conquista de esta tierra santa y lugar bendito del cual proceden tales mercancías, para que pueda beber el vino de este reino. William Gurnall

Hay un triple significado en este versículo:
1.-   Los santos se deleitarán grandemente en el estado glorioso en que resucitarán.
2.-  Van a deleitarse grandemente en Jesús, en quien y por quien han sido traídas a la luz la resurrección y la inmortalidad.
3.-  Se deleitarán grandemente al contemplar la faz bienaventurada y reconciliada de Jehová el Padre, a quien los ojos de la carne no pueden ver. Benjamin Weiss

1 comentarios:

adrian espindola dijo...

me gozo de aberme alimentado de esta palabra la cua me lleno de esperanza y renuevo lazaro te amo espiritu santo

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