Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


martes, 29 de marzo de 2011

La clave para la Justicia de Dios y una Relacion de Pacto con Él.

 Todo lo que Dios ha hecho por nosotros
es por una relación de pacto.

Por eso es muy importante lo que Dios ha hecho y hace por nosotros. Jesús hizo el 99,99% para que el hombre no vaya al infierno. El restante 0,01 % le corresponde al hombre, y consiste en recibir a Jesucristo con fe en lo que Él ha hecho. Es ahí cuando se completa el plan de Dios.

Cuanta gente alrededor nuestro, en nuestro barrio, en nuestra nación necesita conocer a nuestro Dios!!! Cuanta gente necesita recuperar la esperanza, que se le haga justicia en determinadas áreas de su vida… solo pensemos al respecto un momento.

Cuanta gente necesita experimentar
lo que nosotros hemos experimentado:
El Amor y el Poder de Dios.

lunes, 21 de marzo de 2011

Quitando la amargura.

Hebreos 12:15.
15 Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados.


Efesios 4:31-32.
31 Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. 32 Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.


La amargura puede estar obrando en nuestra vida, o puede que estemos baje un ataque del diablo para que la amargura entre en nuestra vida.
Si tengo presente alguna situación que me produce amargura, estoy en peligro. Porque hay, aunque sea pequeño, un dolor o una amargura que no hemos vencido. Hay personas a las que no les hemos perdonado su error, sus fallas, y ese resentimiento es la espinita de la que al tocar algo sentimos el pinchazo.
Ese dolor trabaja con el resentimiento para que entre en nosotros la amargura. Y a causa de eso somos personas que nos enojamos, insultamos, gritamos por cualquier cosa… y nos volvemos negativos.

El centro de los tiempos.

Los tiempos que vivimos.
Las señales de la pronta venida del Señor Jesucristo se están dando. Algunos dicen que terremotos hubo siempre, por ejemplo. Pero el de Japón ha sido más fuerte que el de Chile, y la Palabra no dice solamente que habrá terremotos, como algunos que tienen por costumbre decir que “terremotos hubo siempre”, sino que habrá “terremotos como nunca antes”.
Es necesario que Dios mande un terremoto fuerte a nuestro interior, que sacuda todo nuestro interior.
También habrá pestes, como señales de la pronta venida. Es necesario saber que hay una peste que es el pecado y que debemos cuidarnos de ella.
También habrá inundaciones, como señales. Necesitamos ser inundados por el Río del Espíritu Santo.

Las naciones tienen sus terremotos, sus pestes, sus inundaciones… pero en nuestro interior no es muy diferente. Por eso, te animo a vivir en la sencillez del Evangelio.

“Si hay humildad habrá obediencia,
porque la humildad nos capacita para ser obedientes”.

Características de un adorador.

Apocalipsis 4:1-11.-
1 Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que yo había oído, como sonido de trompeta que hablaba conmigo, decía: Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas. 2 Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el trono. 3 Y el que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda. 4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y sentados en los tronos, veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza. 5 Del trono salían relámpagos, voces y truenos; y delante del trono había siete lámparas de fuego ardiendo, que son los siete Espíritus de Dios. 6 Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. 7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser era semejante a un águila volando. 8 Y los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: SANTO, SANTO, SANTO, es EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir. 9 Y cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.


Filipenses 2:5-11.
5 Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. 

Bendiciones que no merecemos.

Una de las formas en que Dios sorprende a sus hijos es dándole aquellas cosas que no merecen.
Haz esta declaración: “Señor, estoy dispuesto. Me abro a tu bendición, a tu provisión, a las promesas de Tu Palabra, y te pido, por favor, bendíceme con lo que no merezco”.
Si Dios nos bendice con los que merecemos… algunos vamos a “cobrar”.

"El gobierno de Dios sobre una persona solo puede establecerse cuando una persona deja que Dios gobierne en TODAS las áreas de su vida".

Un estado se gobierna por lo que prescribe la Constitución Nacional. La Biblia es la Constitución del Reino de Dios.
Puede ser que en el área económica una persona le permita a Dios gobernar, pero en el área emocional no porque hay falta de perdón, rencor… estas no son manifestaciones del Reino de Dios. Entones, lo que se manifiesta es el alma fraccionada.

Las Perfecciones de Dios

¿Puede definirse a Dios?
Si una definición consiste en “una palabra o frase que expresa la naturaleza esencial de una persona o cosa”, entonces Dios no se puede definir; porque ninguna palabra o frase pudiera expresar Su naturaleza esencial. Nadie pudiera componer tal definición de Dios.
Pero si la definición fuera descriptiva, entonces sí es posible definir a Dios, aunque no en forma exhaustiva. Por cierto, la mayoría de las definiciones son descriptivas.
Esas definiciones simplemente enumeran algunos de los atributos de Dios. Los atributos son cualidades que son inherentes al sujeto. Ellos identifican, distinguen, o analizan al sujeto. La mayoría de las teologías las denominan “Los atributos de Dios”, otros las llaman “Las perfecciones de Dios”, porque todas las cualidades o atributos de Dios son perfectos. Sus atributos son Sus perfecciones.

I. LAS CARACTERISTICAS DE LAS PERFECCIONES DE DIOS.
Las varias perfecciones de Dios no son partes componentes de Dios. Cada una describe Su ser total. El amor, por ejemplo, no es una parte de la naturaleza de Dios; Dios en Su ser total es amor. Mientras que Dios puede exhibir una u otra cualidad en un tiempo dado, ninguna cualidad de Dios es independiente o preeminente sobre alguna de las otras. Siempre que Dios muestra Su ira, El todavía es amor. Cuando muestra Su amor, El no abandona Su santidad.

Dios es más que la suma total de Sus perfecciones.
Cuando hayamos enumerado todos los atributos que podemos obtener de la revelación, aún no habremos descrito a Dios completamente. Esto es así por Su incomprensibilidad. Aun si pudiéramos decir que tenemos una lista completa de todas las perfecciones de Dios, no podríamos sondear el significado de ellas, porque el hombre finito no puede comprender al Dios infinito.

Conocemos las perfecciones de Dios por medio de la revelación.
El hombre no se las atribuye a Dios; Dios se las revela al hombre. Ciertamente, el hombre puede sugerir atributos de Dios, pero éstos no se pueden dar por genuinos si Dios no los revela.
Las perfecciones de Dios describen igualmente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Describen la naturaleza del Dios Triuno y por lo tanto la de cada Persona de la Trinidad.

lunes, 14 de marzo de 2011

El Dios Incomprensible

El niño, el filósofo y el religioso hacen todos la misma pregunta: "¿Cómo es Dios?". En esta sección intentaremos responder a esa pregunta. Sin embargo, se debe reconocer que no se puede responder, sino diciendo que Dios no es igual a nada; Él no es igual a nada ni a nadie.

El ser humano aprende a base de utilizar lo que ya conoce como puente sobre el cual pasa rumbo a lo desconocido. A la mente no le es posible irrumpir de pronto más allá de lo familiar en lo que le es extraño por completo. Aun la mente más vigorosa y osada es incapaz de crear algo a partir de la nada, por medio de un acto espontáneo de la imaginación.
Esos extraños seres que pueblan el mundo de la mitología y la superstición no son creaciones puras de la fantasía. La imaginación los creó tomando los habitantes corrientes de la tierra, el aire y el mar y extendiendo sus formas familiares más allá de sus fronteras normales, o bien mezclando las formas de dos o más de ellos, de tal manera que se produjera algo nuevo. Por hermosos o grotescos que sean, siempre se puede identificar a sus prototipos. Son parecidos a algo que ya conocemos.
El esfuerzo de los hombres inspirados para expresar lo inefable ha puesto gran presión, tanto sobre el pensamiento, como sobre el lenguaje de las Santas Escrituras.
Siendo éstos con frecuencia una revelación de un mundo situado por encima de la naturaleza, y siendo las mentes para las cuales fueron escritos parte de esa naturaleza, los escritores se han visto obligados a usar una gran cantidad de palabras de "semejanza" para poderse dar a entender.
Cuando el Espíritu nos quiere dar a conocer algo que se halla más allá del campo de nuestro conocimiento, nos dice que “esta cosa es “como algo” que ya conocemos; pero siempre tiene el cuidado de poner su descripción en palabras que nos salven de un literalismo esclavizador.
Por ejemplo, cuando el profeta Ezequiel vio los cielos abiertos y contempló visiones de Dios, se halló a sí mismo viendo algo que él no tenía lenguaje con el cual describir. Lo que estaba viendo era diferente por completo a todo cuanto él había conocido antes, así que se apoen el lenguaje del parecido.

Por qué debemos pensar correctamente sobre Dios

Lo que nos viene a la mente cuando pensamos en Dios es lo más importante de nosotros. Es probable que la historia de la humanidad señalará que ningún pueblo se ha alzado a niveles más altos que su religión, y la historia espiritual del hombre demostrará que ninguna religión ha sido jamás más grande que su concepto de Dios.

La adoración será pura, o baja, según el lugar en que el adorador tenga a Dios.

Por esta razón, la cuestión más importante que la Iglesia tiene delante siempre será Dios mismo, y la realidad más portentosa acerca de cualquier ser humano no es lo que él pueda decir o hacer en un momento dado, sino la forma en que concibe a Dios en lo más profundo del corazón.
Por una ley secreta del corazón, tenemos la tendencia de acercamos hacia la imagen mental de Dios que poseamos. Esto no es cierto solamente con respecto al cristiano de manera individual, sino también con respecto al conjunto de cristianos que forma la Iglesia.

Lo más revelador acerca de la Iglesia será siempre su idea de Dios, así como su mensaje más significativo es lo que diga sobre Él, o lo que deje sin decir, porque con frecuencia, su silencio es más elocuente que sus palabras. Nunca se podrá escapar de la revelación de sí misma que hará cuando dé testimonio acerca de Dios.

jueves, 10 de marzo de 2011

Amar a Dios con toda la Mente

“…y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Efesios 4:23.

En una ocasión oí hablar de una sencilla prueba para determinar qué es aquello que realmente yo amo más en la vida. Era algo así:

.- Cuando tengo un momento libre, ¿en qué pienso más?
.- ¿Cuál es mi último pensamiento antes de quedarme dormido por la noche?
.- ¿Cuál es mi primer pensamiento cuando me despierto por la mañana?

Por supuesto, nuestros pensamientos pasan por todo un laberinto de recuerdos, impresiones y fantasías, la galería de imágenes de la mente, con kilómetros de paredes y un número incontable de fotografías. Algunas de las imágenes son claras y distintas, mientras que otras son borrosas y están a medio revelar; son poco más que una vaga o turbia imagen. Hay algunas de esas imágenes de las que apenas nos hemos dado cuenta, o en las que apenas hemos pensado durante años; en cambio hay otras a las que volvemos una y otra vez. Entre esas imágenes pueden estar la casa de nuestros sueños, los rostros de nuestros héroes del deporte o del espectáculo, los esquemas de unos planes para el futuro... o imágenes impúdicas y pornográficas con las que nos hemos encontrado a lo largo de los años.
Dios las ve todas, sabe con exactitud en cuáles nos deleitamos y se siente celoso ante esos pensamientos nuestros.
Él está muy consciente de cuáles son esas imágenes a las que volvemos una y otra vez, y dónde dejamos que se detenga nuestra atención.
El libro de Ezequiel nos da una imagen gráfica de esa conciencia constante que tiene Dios en cuanto a nuestros pensamientos más internos. En una de las asombrosas visiones del profeta, Dios lo transporta al templo de Jerusalén. Le dice que abra un hoyo en el muro del templo para que vea en qué están fijando la vista los ancianos de Israel en el secreto de su mente.

La Revelación de Dios

Históricamente, las dos vías por las cuales Dios ha iniciado la revelación de Sí mismo se han denominado revelación general y revelación especial. La revelación general comprende todo lo que Dios ha revelado en el mundo que nos rodea, aun al hombre; mientras que la revelación especial incluye los varios medios que El usó para comunicar Su mensaje en lo que fue codificado en la Biblia.
Algunas veces la revelación general es denominada teología natural y la revelación especial, teología revelada. Pero, por supuesto, lo que es revelado en la naturaleza también es teología revelada.
Algunos usan la clasificación de prelapsaria (antes de la caída) para la revelación general y postlapsaria o sóterica (de la salvación) para la revelación especial. Pero ambas, la revelación general y la especial son:
a.- De Dios y
b.- Tocante a Dios.

En este extracto enfatizaremos mayormente la revelación general, dejando otros aspectos de la doctrina de la revelación para un estudio posterior.

“La revelación general provee evidencias de la existencia de Dios. La especial, por otro lado, da por sentada Su existencia”.

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