Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


lunes, 21 de marzo de 2011

El centro de los tiempos.

Los tiempos que vivimos.
Las señales de la pronta venida del Señor Jesucristo se están dando. Algunos dicen que terremotos hubo siempre, por ejemplo. Pero el de Japón ha sido más fuerte que el de Chile, y la Palabra no dice solamente que habrá terremotos, como algunos que tienen por costumbre decir que “terremotos hubo siempre”, sino que habrá “terremotos como nunca antes”.
Es necesario que Dios mande un terremoto fuerte a nuestro interior, que sacuda todo nuestro interior.
También habrá pestes, como señales de la pronta venida. Es necesario saber que hay una peste que es el pecado y que debemos cuidarnos de ella.
También habrá inundaciones, como señales. Necesitamos ser inundados por el Río del Espíritu Santo.

Las naciones tienen sus terremotos, sus pestes, sus inundaciones… pero en nuestro interior no es muy diferente. Por eso, te animo a vivir en la sencillez del Evangelio.

“Si hay humildad habrá obediencia,
porque la humildad nos capacita para ser obedientes”.
Que toda pizca de orgullo en nuestro corazón sea quitada por el Espíritu Santo, que podamos decir al Espíritu Santo: “No quiero esto.  Esto no te glorifica a TI”.

Dios quiere que seamos gente que sirve al enfermo, al que necesita, al hermano… Muchas veces nuestras responsabilidades son atentadas contra el servicio a Dios. Jesús anduvo entre nosotros como el que sirve. Aún hoy anda entre nosotros como el que sirve.

El centro de los Tiempos.
Si le preguntáramos a Adán cual es el principio de los tiempos, para el sería probablemente la creación de Génesis. Para Moisés sería probablemente el momento de la zarza ardiente, donde comenzó su ministerio de 80 años y así con cada siervo de Dios. Probablemente, aun para nosotros sería así. Tal vez para nosotros el inicio de nuestro tiempo seria al de nuestra concepción, el de nuestro nacimiento, el de nuestro casamiento… algún momento importante de nuestras vidas.

Pero, ¿Cuál es para Dios el centro de los tiempos?


Efesios 1:9-10.
9 nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en El, 10 con miras a una buena administración en el cumplimiento de los tiempos, es decir, de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.


“Para Dios el centro de los tiempos es Jesús”.

A Dios le plació reunir todas las cosas en Cristo, porque para Dios el centro de los tiempos es Jesucristo. Por eso el apóstol habló escribió en sus epístolas más de 500 veces “en Cristo”.

Dios nos quiere en el Centro de su Voluntad, Dios nos quiere en Cristo. Que importante es estar donde Dios quiere que estemos.

Por el Ap. Jorge H. González

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