Lucifer poseía dones. Había
sido dotado con gran sabiduría y conocimiento, y a él se le confiaron muchos de
los secretos de la creación. Por razón de estos dones y habilidades singulares,
Dios lo había exaltado sobre Su creación. En esta posición clave, se le
permitió a Lucifer, con su sabiduría e inteligencia superior, tener un
conocimiento profundo de los misterios del universo.
Pero
hay un reino en el cual están involucrados los propósitos eternos de Dios.
Solamente Dios conoce el fin desde el principio.
DICE EL SEÑOR, QUE
HACE SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS ANTIGUOS.
Hechos 15:18.-
El,
cerno Creador, es el Juez de lo que es sabio y justo.
Lejos de ti hacer tal
cosa: matar al justo con el impío, de modo que el justo y el impío sean tratados de la misma manera. ¡Lejos
de ti! El Juez de toda la tierra, ¿no hará justicia?
Génesis 18:25.-
Lucifer,
cegado por la ambición, escogió poner en duda la sabiduría de la voluntad
divina, y al hacerlo, cometió un error funesto y trágico.
¿Qué fue lo que había en la
voluntad de Dios que había llegado a ser desagradable a Lucifer? La
razón no queda escondida para nosotros. Se nos dice expresamente que satanás
intentó ensalzar su solio "en lo alto junto a las estrellas de Dios"
a fin de ser "semejante al Altísimo" (Isaías 14:12-14). Pero Dios, en Su plan eterno había reservado este
ensalzamiento, no para Lucifer, sino para Cristo. Le ha sido dado a Cristo
solamente sentarse con el Padre en Su trono (Apocalipsis 3:21).
¡Cómo has caído del
cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por
tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Pero tú dijiste en tu
corazón: "Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios levantaré
mi trono, y me sentaré en el monte de la asamblea, en el extremo norte.
"Subiré sobre
las alturas de las nubes, me haré semejante al Altísimo".
Isaías
14:12-14.-
Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo
también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
Apocalipsis
3:21.-
Lucifer, aun cuando era virrey,
el arcángel principal y el querubín ungido, tendría una posición inferior a
Cristo. Cuando se hizo evidente a Lucifer que no iba a tener la
posición suprema, él vio sus ambiciones frustradas. Fue esto lo que resultó en
su rebelión.
Parecerá extraño que un ser creado
pudiera desarrollar tal pasión para un auto ensalzamiento, pero el caso no es
más extraño que el de algunas personas hoy en día, quienes, por razón de una
ambición personal desmedida, siguen adelante imprudentemente en su propia
voluntad a un destino similar al de Lucifer.
0 comentarios:
Publicar un comentario