Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


jueves, 23 de mayo de 2013

Las Ataduras Almáticas - Parte 2: El Alma Vs. el Espíritu

Nuestras almas no nacen de nuevo.
La Biblia es clara en que a pesar de que nuestro espíritu nace de nuevo, nuestra mente, voluntad y emociones aun requieren ser purificadas.

Ser nacidos del espíritu y la salvación del alma son dos cosas totalmente diferentes. 

“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”.
1 Pedro 1:22-23.-

Nuestro espíritu es instantáneamente renacido en el momento en que aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, pero nuestras almas tienen que ser transformadas por la renovación de nuestras mentes a través de la Palabra de Dios, de acuerdo a lo que dice Romanos 12:2: 

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.


Nuestras almas pueden esconder mucha suciedad espiritual de nuestra anterior manera de vivir. Debido a que el alma aun contiene basura que requiere ser limpiada, muchos creyentes pueden continuar luchando con el pecado incluso después de haber aceptado a Cristo. 

El Alma Vs. El Espíritu.
No debemos permitir que nuestra alma nos controle.
El alma siempre tratará de estar en control y esta es la razón por la cual es de máxima importancia alimentar nuestro espíritu con la Palabra de Dios, la Adoración y la Oración.

Un principio espiritual dice que “aquello que alimentas, crece… aquello que descuidas, muere”. La pregunta es, ¿Qué es lo que estamos alimentando? ¿El hombre espiritual o la carne a través de cosas mundanas y entretenimiento? 

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”.
Gálatas 5:16.-

Dios quiere que seamos libres de cualquier tipo de ataduras de parte del enemigo. Ataduras almáticas pecaminosas han apartado a muchos del destino que Dios ha diseñado para ellos. Los lazos pecaminosos han suprimido el Propósito eterno de Dios, y han frustrado los planes de muchos creyentes que realmente quieren servir al Señor. Muchos están escondiéndose detrás de una máscara, pero detrás de ella, están heridos, desanimados y con sus corazones rotos. El dolor está oculto en lo externo, pero es muy real en lo interno.

Es tiempo de quitar la máscara, ser honestos y recibir liberación.
Una atadura almática pecaminosa ocurre cuando la mente, las emociones y la voluntad de una persona se enredan hasta el punto en que sus pensamientos no son usualmente los propios, de manera que la persona es afectada de forma no natural por la voluntad, las emociones y deseos de alguien o algo más.

Es posible estar atado almáticamente incluso a cosas. Cuando cosas en tu vida te están deteniendo de hacer lo que Dios te ha llamado a hacer, estas lidiando con una atadura pecaminosa.

El problema no es que tengas cosas buenas, el problema es que ellas posean tu corazón.

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