A pesar de que
las ataduras almáticas más comunes ocurren con otra persona que conozcas o con
la cual te hayas relacionado, también es
posible que puedas estar atado a un animal o inclusive a una cosa.
Hay personas
que se encuentran tan atadas a un animal, que termina por convertirse en lo más
importante de sus vidas, incluso por encima del cuidado que deben tener por
otros miembros de la familia. A ellos no les importa gastar miles de dólares
para tratar de salvar a un perro que debe necesariamente morir.
Otros están muy
atados a la televisión. Pasan horas diarias frente al televisor, pero escasos
minutos buscando al Señor. La mayor parte de su tiempo, miran televisión. ¿Acaso
estás tan ocupado con la televisión que no puedes oír que el Espíritu Santo te
está hablando? Muchas mujeres son capaces de dejar de hacer cualquier cosa para
no perderse la novela. Las novelas pueden ser muy peligrosas espiritualmente,
porque se trata todo de un mundo de fantasía. Todos engañan a todos y realizan todo tipo de maldad y el mirar o ser
parte de esto siembra semillas en tu alma. Muchos son absorbidos por las
novelas a tal punto en que en un momento determinado comienzan a actuar y a
pensar como si se tratara de algo real. ¡Existen personas que hasta se atreven
a orar por el protagonista de la novela! Por esto es necesario que corten y anulen esa atadura con ese mundo engañoso de
la imaginación.
“…porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
2 Corintios 10:4-5.-
Necesitamos tener el espíritu de nuestra mente renovado de modo que
pensemos y actuemos en nuestras vidas de acuerdo a lo que establece la Palabra
y la Verdad de Dios, y no a lo que
la moral de los escritores y productores de los medios de comunicación dicta.
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