Palabra para el día de Angustia.-

"Jehová te oiga en el día de angustia...".-

SALMOS 20:1.-

Los justos pasan angustias. Los injustos también pasan angustias. Sin embargo, a los primeros, es decir, a los justos, les ha sido otorgado algo maravilloso: LA ORACIÓN.

Los justos pueden echar mano a la oración en los días de angustia con la certeza de que Dios les oye.

Hay quienes en momentos de angustia no acuden al Señor en oración y son atravesados por dolores... Es una triste realidad. Son estos los que en el día de angustia flaquean en la oración y terminan por desmoronarse cuesta abajo en la pendiente sin fin de la angustia... Es que ha de ser aterrador para el hombre que está en angustias no ser oído cuando clama... Sobre todo cuando es a Dios a quien está dirigiendo su clamor.

Obediencia contra todo pronóstico.-

"Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó".-

GÉNESIS 6:22.-

Cuando Dios le dice a Noé lo que va a hacer, que va a enviar un diluvio, le da detalles muy específicos de cómo hacer el arca.

Noé fue obediente al Señor. Obedeció cada una de sus instrucciones. Para el arca tenían que ser esas medidas, una madera específica, y hasta la forma que Dios había dicho... Esa barca tenía que flotar, y si Noé no hubiera sido obediente, toda la humanidad y todos los animales habrían muerto.

Nunca se había oído siquiera de algo semejante... Nadie pensaba que pudiera pasar un cataclismo de esa magnitud... Pero Noé no era un hombre entrenado en razonar o pensar si podía llegar a pasar o no... Noé tenía una vida de obediencia.

La Obediencia es Irreemplazable.

La obediencia es irreemplazable. No se puede compensar 1 gramo de falta de obediencia a Dios con 1.000 toneladas de cualquier otra cosa.

Cuando obedecemos estamos dejando de lado nuestra voluntad y abrazamos la de Dios. Eso es un proceso de muerte... Y es necesario. El camino de la obediencia es un camino de sangre. Es un camino de muerte... Pero Jesús lo recorrió primero y lo vuelve a recorrer con los que día a día lo transitan paso a paso.

Es que la obediencia no se compra ni se vende... Se aprende. ¿Y cómo se aprende? Padeciendo... Muriendo a mis deseos, a mis planes, a mis proyectos, a mis sueños... Para abrazar los de Dios. Para abrazar Su Buena, Agradable y Perfecta Voluntad.

Obediencia, Desobediencia y Rebeldía

Cuando Dios empezó a hablarme de la Obediencia, una de las primeras cosas que El hizo fue preguntarme: "¿Qué es lo contrario, lo opuesto a la obediencia?". Rápidamente respondí que "lo opuesto a la Obediencia es la Desobediencia". 

Cada vez que he hecho esta pregunta a los hijos de Dios, la respuesta ha sido la misma. Es como si todos aceptaran este concepto: el antónimo de la obediencia es la desobediencia.

Cuando ya había respondido, el Señor, con amor, me hizo ver que mi respuesta era incorrecta. El me dijo que "Lo opuesta a la Obediencia es la Rebeldía".

Estas palabras chocaban fuertemente con mis concepciones, era algo totalmente nuevo para mí lo que Dios me estaba diciendo, por lo que meditaba en mi corazón al respecto.

Busque el concepto de la obediencia para Dios, y se me reveló DEUTERONOMIO 28:1-2.

"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios".-