Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


miércoles, 7 de noviembre de 2012

La Obediencia es Irreemplazable.



La obediencia es irreemplazable. No se puede compensar 1 gramo de falta de obediencia a Dios con 1.000 toneladas de cualquier otra cosa.

Cuando obedecemos estamos dejando de lado nuestra voluntad y abrazamos la de Dios. Eso es un proceso de muerte... Y es necesario. El camino de la obediencia es un camino de sangre. Es un camino de muerte... Pero Jesús lo recorrió primero y lo vuelve a recorrer con los que día a día lo transitan paso a paso.

Es que la obediencia no se compra ni se vende... Se aprende. ¿Y cómo se aprende? Padeciendo... Muriendo a mis deseos, a mis planes, a mis proyectos, a mis sueños... Para abrazar los de Dios. Para abrazar Su Buena, Agradable y Perfecta Voluntad.


Dice HEBREOS 5:8:
"Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia".

No se aprende a obedecer a Dios hasta que nos duele. En realidad, cuando nos duele el obedecer es cuando nos damos cuenta que estamos vivos... Y debemos morir.

Dios nos conceda el abrazar Su Voluntad, hallar el Deleite de Su Voluntad y el permanecer en ella. Amén.-

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