Un llamado a no olvidarnos de Dios.

DEUTERONOMIO 8:11.-

"Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos...".-

Al leer esta palabra, mi espíritu se inquietó. Dios me estaba exhortando a "cuidarme, a no olvidarme de El". El asunto captó mi atención. ¿Qué es el olvido? ¿Es un enemigo? Empecé a buscar en la Palabra qué Dios dice al respecto, y apenas unas lineas quisiera compartir.

Creo que podemos coincidir en que "todos nos hemos olvidados de algo alguna vez". Esta premisa es, entonces, un buen punto de partida.

El olvido consiste en dejar de tener en la memoria lo que se tenía o lo que se debía tener.

El asunto es que si todos nos hemos olvidado de algo alguna vez, todos debemos cuidarnos... Cuidarnos de olvidarnos de Dios.

El segundo punto, es que si hemos admitido que olvidamos algo alguna vez, igualmente debemos admitir que "hay ciertas cosas de las que jamás nos olvidamos". Hay cosas y personas a las que no les perdemos el afecto o la afición, siempre las tenemos presentes... No las olvidamos.

JEREMÍAS 2:32 dice:

"¿Se olvida una joven de sus joyas? ¿Esconde una recién casada su vestido de bodas? Aun así, año tras año mi pueblo se ha olvidado de mí".

Un profeta ama a la novia, y la unción profética es para que la novia sea presentada al novio bien preparada, adornada, vestida para la boda. El profeta Jeremías enseña que una novia que se olvida de sus adornos, será una esposa que esconda su vestido de bodas... Algo semejante a esa actitud es el olvidarse de Dios. Entonces necesitamos a los profetas genuinos que amen a la novia y la exhorten a no menospreciar al creador.

DEUTERONOMIO 32:18-19.

"De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios tu creador. Y lo vio Jehová, y se encendió en ira por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas". 

Dios considera un desprecio y es movido a ira cuando sus hijos e hijas se olvidan de El. Por eso este llamado es a tener presente a Dios en nuestros pensamientos, en nuestro corazón... Cada día. 

Nadie se olvida de lo que verdaderamente le importa... Cuando las cosas nos parecen irrelevantes las menospreciamos, solo entonces pueden caer en el olvido... Que no sea asi con nuestro Dios, pues El nunca se ha olvidado de sus hijos!!! Cuando nos olvidamos de Dios no le estamos reflejando, porque El no se olvida de sus criaturas.

Isaías 49:14-15, dice:

"Sin embargo, Jerusalén dice: «El Señor me ha abandonado; el Señor me ha olvidado». «¡Jamás! ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho? ¿Puede no sentir amor por el niño al que dio a luz? Pero aun si eso fuera posible, yo no los olvidaría a ustedes".