Introducción.-
Los muchos nombres de Dios en las Escrituras proveen revelación adicional de Su carácter. Estos no son meros títulos conferidos por los seres humanos sino, en su mayor parte, Sus propias descripciones de Sí mismo. Como tales, éstos revelan aspectos de Su carácter.
Aun cuando no se usa un nombre particular, la frase “el nombre del Señor” revela algo de Su carácter.
Consideraciones previas.-
Invocar el nombre del Señor era adorarlo a Él. Génesis 21:33.
Tomar Su nombre en vano era deshonrarlo a Él. Éxodo 20:7.
No seguir los requisitos de la Ley constituye una profanación de Su nombre. Levítico 22:2, 32.
Los sacerdotes realizaban su servicio en el nombre del Señor. Deuteronomio 21:5.
Su nombre garantizaba la preservación de la nación. 1 Samuel 12:22.
“ADONAI”
Como Elohim, Adonai es un plural mayestático. El singular significa señor, amo, dueño (Génesis 19:2; 40:1; 1 Samuel 1:15). Se usa, como se pudiera esperar, de la relación entre hombres (como amo y esclavo, Exodo 21:1–6).
Cuando se usa de la relación de Dios con los hombres comunica la idea de Su autoridad absoluta. Josué reconoció la autoridad del Capitán del ejército de Jehová (Josué 5:14), y también Isaías se sometió a la autoridad del Señor, su Amo (Isaías 6:8–11). El equivalente del Nuevo Testamento es kyrios, “señor”.