Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


viernes, 25 de febrero de 2011

La Supremacía de Dios

Introducción.-

“Pensabas que de cierto sería yo como tú”. Salmos 50:21.

En una de sus cartas a Erasmo, Lutero decía: “Vuestro concepto de Dios es demasiado humano”.

El renombrado erudito probablemente se ofendió por tal reproche que procedía del hijo de un minero; sin embargo, lo tenía perfectamente merecido.

Nosotros también, en esta era degenerada, debemos cuidarnos de caer en la misma denuncia y en lugar de escudriñar las Escrituras por nosotros mismos, aceptar perezosamente las enseñanzas.

En la actualidad, y casi en todas partes, se sostienen los más deshonrosos y degradantes conceptos acerca de la Autoridad y el Reino del Todopoderoso. Para incontables millares, incluso entre los que profesan ser cristianos, el Dios de las Escrituras es completamente desconocido.

En la antigüedad, Dios se quejó a un Israel apóstata:

“Pensabas que de cierto sería yo como tú”. Salmos 50:21.

Tal ha de ser ahora su acusación contra una cristiandad apóstata. Los hombres imaginan que al Altísimo le mueven, no los principios, sino los sentimientos. Suponen que su Omnipotencia es una invención vacía y que Satanás puede desbaratar Sus designios a su antojo. Creen que si en realidad Él se ha forjado un plan o propósito, ha de ser como los suyos, constantemente sujetos a cambios. Declaran abiertamente que sea el que fuere el poder que posee, ha de ser restringido, no sea que invada el territorio del “libre albedrío” del hombre y lo reduzca a una “maquina”.

La Presciencia de Dios

Introducción.-

“Pedro, apóstol de Jesucristo; a los expatriados de la dispersión en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos conforme al previo conocimiento de Dios Padre por la santificación delEspíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Gracia y paz os sean multiplicadas”. 1 Pedro 1 y 2.

Muchas controversias ha engendrado este tema, pero hay dos cosas, acerca de la presciencia de Dios, que muchos ignoran: 1) elsignificado del término; y 2) su alcance bíblico.

Debido a que esta ignorancia está tan extendida, leresultará fácil a un predicador o maestro el defraudar con perversiones de este tema aun al pueblode Dios.Sólo hay una salvaguardia contra el error; estar confirmados en la fe; y para ello ha dehaber estudio diligente y oración, y una recepción humilde de la asimilación de la Palabra deDios, ya que algunos falsos maestros de la Biblia pervierten su presciencia con el fin de desecharsu absoluta elección para vida eterna Sólo entonces seremos fortalecidos contra los ataques deaquellos que nos asaltan.

Cuando se expone el tema bendito y solemne de la predestinación, y el de la eterna elección por parte de Dios de ciertas personas para ser hechas conformes a la imagen de su Hijo,el enemigo envía algún hombre a contradecir que la elección se basa en la presciencia de Dios yesta “presciencia” se interpreta significando que previo que algunos serían más dóciles que otros,que responderían más prontamente a los esfuerzos del Espíritu, y que, debido a que Dios sabíaque creerían, El, en consecuencia, los predestinó para salvación.

martes, 22 de febrero de 2011

El Conocimiento de Dios

La Posibilidad del Conocimiento de Dios.
Indiscutiblemente el conocimiento de Dios es deseable; las ansias religiosas de la humanidad dan fe de ello. Pero, ¿es posible?
Las Escrituras afirman dos hechos:
1.- La incomprensibilidad de Dios.
2.- La posibilidad de conocer a Dios.
Decir que Dios es incomprensible es afirmar que la mente no puede captar el conocimiento de Él. Decir que El es conocible es declarar que se le puede conocer. Las dos cosas son verdad aunque ninguna de las dos en un sentido absoluto.

Al decir que Dios es incomprensible se afirma que el hombre no puede conocer todo tocante a Él. Decir que El es conocible no es afirmar que el hombre pueda conocer todo acerca de Él.

Ambas verdades se afirman en las Escrituras:
1.- Su incomprensibilidad:

“¿Descubrirás tú las profundidades de Dios? ¿Descubrirás los límites del Todopoderoso?. Job 11:7.

“¿A quién, pues, asemejaréis a Dios, o con qué semejanza le compararéis?”. Isaías 40:18.

2.- La posibilidad de conocerlo:

“Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto”. Juan 14:7.

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Juan 17:3.

“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna”. 1 Juan 5:20.

lunes, 21 de febrero de 2011

Amar a Dios con toda el alma

Por B. Gothard (Adaptación).


La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma. Salmo 19:7.

Durante su adolescencia, Doug se sentía lleno de dudas acerca de Dios y de la Biblia.
«Pero, ¿cómo sabemos que Dios es real?», me preguntó en una ocasión.
«¿Cómo podemos estar seguros de que la Biblia dice la verdad?».
Cuando me presionó en busca de respuestas, yo terminé contestándole:
«Doug, aunque yo te respondiera ahora mismo, en este minuto, todas tus preguntas, eso no te ayudaría. Lo que me parece claro es que tú has exaltado tu propia mente por encima de la Palabra de Dios y de su Espíritu. Solo cuando sometas tu mente, voluntad y emociones a la autoridad de Dios, vas a comprender las respuestas a tus preguntas».

El Gozo de Dios en Su Hijo

El Hijo, amado por brillar como el sol.
Adaptación de J. Piper

El deleite de Dios en primer lugar es un deleite en su Hijo. La Biblia nos lo revela al mostrar el rostro de Jesús brillando como el sol.

En Mateo 17 vemos que Jesús toma a Pedro, a Jacobo y a Juan y los lleva a un monte alto. Algo totalmente asombroso sucede cuando ellos están solos con él. De repente, Dios descorre la cortina de la encarnación y deja brillar la regia gloria del Hijo de Dios. «Su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz» (v. 2). Pedro y sus compañeros quedan maravillados. Estando cerca de su muerte, Pedro escribe contando que él ha visto la majestuosa gloria en el monte santo, y que ha oído una voz del cielo decir: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!». 2 Pedro 1:17; Mateo 17:5.

Cuando Dios declara abiertamente que él ama al Hijo y se deleita en él, provee una demostración visual de la inimaginable gloria del Hijo. Su rostro brilla como el sol. Su vestido se vuelve blanco como la luz, y los discípulos se postran sobre su rostro. Mateo 17:6.

El punto no es sólo que los hombres deban sentirse intimidados ante tanta gloria, sino que Dios mismo se deleita de manera plena ante el resplandor de su Hijo. Lo revela como una luz que enceguece y luego dice: «¡Éste es mi deleite!».

El Gozo de Dios en Su Hijo

Entrar en el Gozo de Dios.
Adaptación de J. Piper.

Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd. Mateo 17:5.

Entrar en el Gozo de Dios.
Existe una hermosa frase en 1 Timoteo 1:11 oculta bajo la superficie conocida de las palabras más renombradas de la Biblia. Antes de profundizar en ella, suena así: “según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado”.

Algunas versiones como en el caso de la RVR60 consideran la frase "de la gloria de Dios" como un adjetivo y la traducen de la siguiente manera: "el glorioso evangelio del Dios bendito". Sin embargo, esto no es necesario ya que estas mismas versiones traducen una frase similar que se encuentra en 2 Corintios 4.4 como "el evangelio de la gloria de Cristo" y no como "el glorioso evangelio de Cristo". Estoy de acuerdo con Henry Alford cuando dice que todas las versiones deberían seguir el principio literal que aplican en 2 Corintios 4.4 en 1 Timoteo 1.11. "Todo el decoro y la belleza que tiene esta expresión (1 Timoteo 1:11) se destruye como consecuencia de esta traducción adjetivada. El evangelio son "las alegres buenas nuevas de la gloria de Dios" y lo mismo con respecto a Cristo en 2 Corintios 4.4, dado que él nos revela a Dios en toda su gloria". Henry Alford. The Greek Testament [El testamento griego], 3 (Chicago: Moody Press, 1985), 307.

Sin embargo, una vez que se analiza más en detalle, suena así: «Las buenas nuevas de la gloria del Dios feliz».

lunes, 14 de febrero de 2011

Amar a Dios con todo el corazón.

Por B. Gothard. (Adaptación).


Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos. Proverbios 23:26.-


“Ten cuidado con lo que quieres cuando tienes quince años, porque lo vas a tener cuando llegues a los treinta. Ten cuidado con lo que quieres cuando tienes treinta años, porque lo vas a tener cuando llegues a los sesenta”. 


Cuando ponemos el corazón en algo, comenzamos a llenarnos los ojos y la atención con aquellas cosas que se relacionan de manera directa con ese fuerte enfoque interior. Las Escrituras nos advierten: 


«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida». Proverbios 4:23.


Las demás prioridades, las demás cuestiones, los demás sucesos de la vida que tal vez tengan una gran importancia para muchas personas, pasan inadvertidos para nosotros. ¿Por qué? Porque no están en sintonía con nuestras metas. No tienen que ver con la pasión que llevamos en el corazón.

martes, 8 de febrero de 2011

El Celo de Dios

Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. Éxodo 34:14.

Pocos días después de su matrimonio, un joven esposo muy sociable decidió demostrar el amor que le tenía a su esposa, sacándola a un restaurante distinguido. Cuando llegaron, el jefe de los camareros los escoltó hasta una mesa especial y los ayudó a sentarse. Pronto llegó la camarera, una joven brillante y atractiva. El esposo le sonrió con evidente deleite. Observó su nombre en el uniforme y lo usó para enzarzarse con ella en unos momentos de animada conversación. Entonces, le pidió lo que iban a comer de cena. Mientras se alejaba la camarera, el feliz esposo volvió a mirar a su esposa... y le sorprendió el cambio de actitud que se había producido en ella. Daba el aspecto de sentirse herida y sentida.

«Cariño», le dijo, «¿Qué te sucede?».
«Vi cómo te brillaron los ojos cuando miraste a esa camarera. ¡Eso me dolió!».
Él se sintió confundido.
«¿Te dolió? ¿Por qué te habría de doler? Solo estaba tratando de ser amistoso. Esa es mi naturaleza. Soy extrovertido. Disfruto con la gente».

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