Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


jueves, 23 de mayo de 2013

Las Ligaduras Almáticas - Parte 1: La Diferencia entre el Alma y el Espíritu

El alma y el espíritu no son lo mismo.
Somos seres tripartitos, creados a imagen de Dios, con un cuerpo, un alma y un espíritu. Estos tres componentes están claramente separados, pero en esencia son inseparables. 

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
1 Tesalonicenses 5:23.- 

Debido a esta interrelación, todo lo que ocurre en el ámbito espiritual afecta al ámbito físico y lo que ocurre en el ámbito físico afecta al ámbito espiritual. Simplemente, porque están interconectados.

¿Cuál es la diferencia entre el Alma y el Espíritu?
Somos seres espirituales, tenemos un alma y habitamos en un cuerpo.
Cuando nacemos de nuevo, nos relacionamos con Cristo a través del espíritu. 

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con Él”.
1 Corintios 6:17.- 


En el jardín del Edén, Adán no era controlado por su alma, no se movía en el ámbito almático. Antes de pecar, su espíritu estaba unido al Señor, el realmente caminaba en el Espíritu y ejercía gobierno desde su espíritu, y por lo tanto no era controlado por la voluntad o por lo que le dictaba su alma.

Después de la caída, el espíritu del hombre murió, perdió la unidad del ser que le conectaba con Dios y que ahora le había unido al diablo. Todo lo que tu carne ama, Satanás también. Todo lo que tu carne odia, Satanás también.

La naturaleza pecaminosa del hombre está casada con las cosas del dios de este mundo. No necesitas enseñarle a un niño el ser egoísta, a robar o a cualquier cosa que este errada. No necesitamos ser entrenados para hacer el mal. No necesitamos que nos enseñen el mal. Entonces, la mayor parte de lo que haces con un niño es entrenar su alma, porque no es sino hasta que nacemos de nuevo en el Espíritu del Señor, que dejamos de ser controlados y de vivir en la carne y sus apetitos.
La única razón por la cual algunos no hacen las cosas malas que otros hacen, es simplemente porque han aceptado ese entrenamiento del alma y se han sometido a las leyes y normas de la sociedad. Uno de los mayores problemas hoy en día es que muchos niños no están recibiendo el entrenamiento del alma que necesitan para convertirse en adultos responsables. No somos moralmente buenos porque hayamos nacido así; todos nacimos con una naturaleza pecaminosa como consecuencia de la caída del hombre en el principio de todo.


Cuando nacemos de nuevo, la batalla entre el alma y el espíritu comienza. De eso se trata lo que el Apóstol Pablo nos habla en los capítulos 6 y 7 del libro de Romanos. 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

DIOS BENDIGA SU MINISTERIO

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