Bienvenidos a Hijos Obedientes

“Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: "Sean ustedes santos, porque yo soy santo".

1 Pedro 1:14-16.-


viernes, 27 de mayo de 2011

Dios te ve.

Por Pablo Bernabé González
 
¿Acaso tienes tú ojos de carne,
o ves como el hombre ve?
Job 10:4.-

Dios te ve, pero no te ve como los hombres ven. Dios no hará la vista gorda a quienes practican el mal ni mirará de soslayo cuando un hombre justo es perseguido, oprimido y burlado a sus espaldas. Ciertamente quienes practican tales cosas podrán pensar y jactarse en ellas, pero en su necedad no verán que su maldad ha sido descubierta, pues ante los mismos ojos de Dios han osado hacer sus abominaciones.
A menudo habrá quienes justifiquen o defiendan tales comportamientos, pero Dios no ve como ellos. Mientras su mirada es de aprobación, el Juez de toda la tierra ya les ha condenado, pues les ha visto.

En todo lugar están los ojos del SEÑOR,
observando a los malos y a los buenos.
Proverbios 15:3.-

No hay sabiduría en decir que Dios observa a los hombres, hay sabiduría en conocer que Dios observa a los malos y a los buenos. Dios conoce a unos y a otros, por lo que el justo hallará la sabiduría como Salomón y su corazón permanecerá confiado en Dios al cuando le sea revelado que Dios no se fatiga ni se cansa, no se duerme ni adormecerá, sino que en todo lugar y a toda hora está velando por sus hijos.

Dios ama tanto a sus hijos que sus ojos recorren permanente y diligentemente la tierra, y se posan en el corazón de los hombres.

Tal vez te preguntas si es este el gran misterio, cuál es entonces la sabiduría que halló Salomón. Sabemos que Salomón conocía que Dios mira el corazón, pues su padre David había sido ungido por rey no por como los hombres lo vieron, ni siquiera el profeta Samuel, sino por cómo Dios conocía el corazón de David. Sin embargo, Salomón halla en esto sabiduría y lo declara entre sus proverbios.


El hombre que ama a Dios, aquel hombre que ha rendido todo su ser y entregado su corazón completamente a Dios será fortalecido en el momento de la dificultad, porque Dios permanente recorre la tierra y mira el corazón de los hombres. La sabiduría declarada es que el corazón del hombre se fortalece en las cuidadosas manos y en la gloriosa presencia de Dios. El hombre que ha entregado completamente su corazón a Dios, ha obrado con inteligencia, prudencia, conocimiento, entendimiento y discernimiento… ha obrado con sabiduría.

Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra
para fortalecer a aquellos cuyo corazón
es completamente suyo.
2 Crónicas 16:9.-

No importa cuanta maldad te rodee en el día de los malos, no importa cuánto sientas desesperar, no importa cómo vean los hombres tu condición pasada, presente o futura… Nada de esto importa verdaderamente cuando nuestro corazón es completamente del Señor, pues sus ojos recorren la tierra y su fortaleza está a nuestro alcance. Simplemente… tómala, hazla tuya, aprópiate de ella, que la fortaleza del Señor es para aquellos cuyo corazón es completamente suyo!!!

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